En el Día Internacional del Turismo, Proveturis, la plataforma especializada en servicios turísticos con sede en Cartagena de Indias, se une a las propuestas de la Organización Mundial del Turismo, en la cual luego de la interrupción global que supuso la COVID-19 en el sector del turismo brinda la oportunidad de volver a definir y calibrar la dirección y el discurso adoptados en las inversiones turísticas con el objetivo de prestar un mejor apoyo al cumplimiento con éxito de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por consiguiente, la OMT ha determinado que las inversiones son una de sus prioridades clave para la recuperación del turismo y el crecimiento y el desarrollo futuros.
La OMT destaca que es preciso contar con más inversiones y mejor orientadas, tanto las tradicionales como las no tradicionales, a las personas, el planeta y la prosperidad, para que el turismo pueda llevar a la práctica sus ingentes posibilidades de ofrecer oportunidades a las personas, crear resiliencia, acelerar las medidas climáticas y una mayor sostenibilidad para el planeta y aportar una prosperidad inclusiva en torno a los pilares de la innovación y el emprendimiento.
La OMT ha determinado que las inversiones son una prioridad clave para el sector, que constituyen el puente entre sus Estados Miembros, los destinos, las empresas y los inversores, culminando en el Día Mundial del Turismo 2023, que será un llamamiento a la acción para que la comunidad internacional, los gobiernos, las instituciones financieras multilaterales, los asociados para el desarrollo y los inversores del sector privado se unan en torno a una nueva estrategia de inversiones turísticas.
La celebración de un día internacional del turismo pondrá de relieve la necesidad vital de invertir en proyectos que funcionen para las personas (invirtiendo en educación y aptitudes), el planeta (invirtiendo en infraestructuras sostenibles y acelerando la transformación verde) y la prosperidad (invirtiendo en innovación, tecnología y emprendimiento).
Invertir en las personas: asignar prioridad a la educación y mejorar las aptitudes “La educación es un derecho humano fundamental. Es la base de las sociedades, de las economías y del potencial de cada persona. Pero sin una inversión adecuada, ese potencial se malogrará prematuramente” – Secretario General de las Naciones Unidas, con ocasión del Día Internacional de la Educación (2023).
La crisis ha dejado de manifiesto la necesidad de volver a pensar la estructura de las economías turísticas para mejorar la competitividad, crear resiliencia y acelerar el cumplimiento del ODS 4 (educación de calidad). Para ello, el sector debe invertir en educación y desarrollo de aptitudes, entre otros para las mujeres, en todos lo ámbitos para promover puestos de trabajo con valor añadido y resiliencia. No podemos crear un turismo más sostenible sin el talento adecuado.
El turismo es uno de los principales empleadores del mundo. En 2019, el sector empleaba a una de cada 10 personas en todo el mundo y ha demostrado ser una herramienta de diversificación económica y un motor primordial de empleo con un efecto multiplicador en otros sectores que contribuyen al desarrollo rural.
Además, en las zonas rurales, el turismo puede beneficiar en particular a grupos desfavorecidos tradicionalmente, como las mujeres – que constituyen el 54% de los trabajadores del sector del turismo frente al 39% de la economía en su conjunto – los jóvenes y los pueblos indígenas. Asimismo, el turismo es un sector de acceso fácil para la micro y pequeña empresa y para los autónomos, que constituyen una parte considerable del sector del turismo y del emprendimiento a nivel de comunidad en general.
Sin embargo, en los destinos emergentes, el 50% de los jóvenes no puede trabajar en el turismo debido a la falta de oportunidades, recursos o acceso a formación académica. Además, las oportunidades actuales de educación y formación, en las que se hace un gran hincapié en la gestión hotelera, están desequilibradas.
Al mirar hacia el futuro, desde ahora hasta 2030 se precisará de millones de titulados en hostelería al año como trabajadores del turismo mundial y otros 800.000 puestos de trabajo anuales requerirán una formación profesional específica.1 Por estos motivos, tenemos que invertir en las personas, que son la base del turismo. Por ello, la OMT se dedica a empoderarlas y a dirigir las inversiones hacia el meollo de nuestras actuaciones futuras.
Invertir en el planeta: apoyar la transición verde del turismo Tenemos que velar por que el sector del turismo cumpla con sus responsabilidades para solucionar la emergencia climática, que, según el Informe sobre Riesgos Mundiales 20232, elaborado por el Foro Económico Mundial, es uno de los riesgos más urgentes y apremiantes de los próximos 10 años. La transformación verde del sector del turismo es sumamente necesaria, no solo para el planeta, sino también para el propio turismo, para estimular la competitividad y aumentar la resiliencia, y las inversiones verdes y la innovación en el sector del turismo deben desempeñar un papel principal de apoyo a esta transformación y al cumplimiento de los objetivos verdes de la Agenda 2030 y de los ODS.
Además, el empoderamiento de las mujeres es un componente fundamental de las sociedades justas y equitativas. Se ha demostrado que el turismo aporta vías de empoderamiento y que debe aumentarse al máximo la oportunidad de que el turismo sea decisivo en este ámbito.
Según el Informe mundial sobre las mujeres en el turismo – Segunda edición, elaborado por la OMT, el 54% de las personas empleadas en el turismo son mujeres, mientras que el 39% de las personas empleadas en la economía en general son mujeres. Por tanto, debemos hacer más hincapié en el apoyo a las emprendedoras. Es preciso que los líderes mundiales actúen ya y actúen de modo decisivo para invertir en políticas que promuevan más y mejores puestos de trabajo para las mujeres y la igualdad de remuneración en el trabajo.
El emprendimiento femenino va en aumento en el mundo y ha demostrado que tiene la capacidad de impulsar el crecimiento económico y reducir la pobreza. Sin embargo, cuando quedan menos de diez años para cumplir las metas establecidas en la Agenda 2030, aún tiene que aprovecharse todo el potencial de las empresas dirigidas por mujeres. La inversión en las mujeres emprendedoras es una inversión en el cambio porque es mucho lo que aportan: innovación, competitividad, valores nuevos.
Por consiguiente, las inversiones en innovación y digitalización y sus repercusiones intersectoriales tienen un potencial multiplicador no solo para reforzar proyectos estratégicos mundiales y regionales a gran escala, sino también para estimular la recuperación del turismo y salvaguardar puestos de trabajo, mediante el apoyo a la supervivencia de las mipymes, la atenuación del impacto económico sistémico, el sostenimiento del empleo y la creación de las condiciones necesarias para el crecimiento futuro, posterior a la pandemia.
Temas clave que se deben abordar
El modo en que los gobiernos pueden promover las inversiones internacionales y privadas, y pueden mejorar la normativa y los incentivos en relación con el desarrollo del capital humano.
• Las medidas que puede adoptar el sector privado para abordar las necesidades nuevas de inversión del sector turístico en relación con la educación.
• El modo de motivar a los responsables políticos y a los inversores para que apoyen una mayor inversión en el reverdecimiento del sector turístico.
• El modo de acelerar la innovación climática, de invertir en tecnologías nuevas, modelos empresariales y prácticas que faciliten el surgimiento de soluciones climáticas nuevas.
• Los mecanismos e instrumentos de inversión financiera disponibles para apoyar la innovación, la tecnología y el emprendimiento.
• El modo de promover la facilidad de hacer negocios, de desarrollar mejor las políticas de inversión y de adoptar mecanismos y soluciones financieros innovadores para abordar los retos complejos que surgen.
• El modo de cerrar la brecha de género en la financiación y acelerar el acceso de las mujeres empresarias al capital en los mercados nacionales e internacionales.